EI grupo de la mujer «natural» en la obra de Perez Galdos

Del vasto panorama de las creaciones galdosianas, las que mas sabresa­ len en la mente del lector son los personajes femeninos. Ellas, que son dinamicas, inteligentes, voluntariosas y moviles, luchan y aspiran a reali­ zarse, a llegar a ser autenticamente «ellas», en una sociedad muchas veces complejisima y hostil.

Uno de los «tipos» femeninos mas interesantes en la obra de Perez Galdos es el que yo denomino la mujer «natural». En este estudio analizare la trayectoria de las siguientes veintitres mujeres «naturales»: la Primorosa (1. a serie de los Episodios nacionales), 1a Zaina, 1a Zancuda, la Pelumbres, Rosa 1a Naranjera (2. a serie de los Episodios nacionales), la Carniola (Ei Doctor Centeno), Dona Xaviera (El amigo Manso), Antoftita la Cordonera (4. a serie de los Episodios nacionales), Casiana (5. a serie de los Episodios nacionales), Dulcenombre (Angel Guerra), Fortunata (Fortunata y Jacinta), Barberina (4. a serie de los Episodios naeionales), Facunda Isturrigalde (5. a serie de los Episodios nacionales), Marianela (Marianela), Pepa Fucar (La familia de Leon Roeh), Dolly (El abuelo), Lica (Ei amigo Manso), Andrea (3. a serie de los Episodios nacionales), y Ludla Ansurez (4. a y 5. a serie de los Episodios nacionales).

La mujer «natural), en las novelas de Perez Galdos es hija adoptiva y simbolica de la Natura1eza. No todas las mujeres «naturales» se asocian con la Naturaleza de la misma manera; algunas reflejan sus fen6menos positivos, otras los fenomenos mas negativos.

La Naturaleza tiene dos funciones en la obra galdosiana. Su primera fun­ don es la de natura naturans -fuerza creadora y vital, Madre (0 a veces

! Benito Perez Galdos, O.c., N. II; pags. 740-741.

2 Para un detenido anali­ sis de la mujer «social,) y la {(victima", vease mi es· tudio: Daria 1. Montero­ Paulson, La jerarquia fe­ menina en la obra de Pe­ rez Galdos, Diss. Vniv. of Pa., 1981. En este analisis divido la jerarqu{a femeni­ na galdosiana en siete gru­ pos distintos: la mufer «so­ dah, la «victima», la «na­ tural», la «Quijote», la «re­ belde», la Figura Christi, y la mujer «nueva».

3 Sobre la influencia rous­ seauniana en Espana vea­ se los siguientes libros y ar­ ticulos: Jacques Barzun, Clas­ sic, Romantic and Modem (Boston-Toronto, 19(1), espe­ cialmente el Capitulo Il, «Rousseau and Modern Tyranny», pags. 18·35; Gus­ tavo Correa, Realidad, fie­ cion y simbolo en las no­ velas de Perez Gald6s; en­ sayo de estetica rea/ista (Bo­ gota: 1967), sabre todo, e/ C;apitulo Xlll, pags. Bl-253; Angel del Rio, IIAlgunas no­ tas sabre Rousseau en Es­ pana», Hispania XIX (1936), pags. 105·116; Hans Hinter­ hauser, Los «Episodios na­ cionales» de Benito Perez Gald6s (Madrid: Gredos, 1963), y J. Rea Spell, Rous­ seau in the Spanish World Before 1833 (Austin: Texas, 1938).

4 H. Chonon Berkowitz, La biblioteca de Benito Perez Gald6s (Las Palmas: Edicio­ nes EI Museo Canario, 1951), pag. 184.

5 Vease, Hans Hinterhiiu· ser, Los {( Episodios nacio· nales» de Benito Perez Gal­ dos, trad. Jose Escobar (Ma­ drid: Gredos, 19(3), pag. 213.

Madrastra) de la Humanidad; omnipotente, omnipresente y omnisdente-. Perez Gald6s subraya este papel panteista can palabras de Juan Pablo Ru­ bin (Fortunata y Jacinta):

La Naturaleza es la verdadera luz de las almas, el Verbo, el Iegitimo Mesias, no el que ha de venir, sino el que esta siempre viniendo. Ella se hizo a 51 propia, y en sus evoluciones etemas, concibiendo y naciendo sin cesar, es siempre hija y madre de si misma ... I.

La segunda funcion de la Naturaleza es la del ambiente fisico-geografico de sus habitantes. Aunque las descripciones fisico-geograficas en su obra casi siempre son testimonios de una investigacion minuciosa por parte del autor, partiendo de un credo mas 0 menos realista, tambien se pueden en· contrar muchos ejemplos de la Naturaleza rornantica. Alli estan los jardi­ nes y bosques primitivos 0 indvilizables que consuelan 0 afligen mas las almas de sus habitantes, los montes y despoblados de Castilla y Andalucia (especialmente en las primeras cuatro series de los Episodios nacionaZes) que reflejan los sentimientos de sus hijos adoptivos y los rnuchos fenome­ nos «romantlcOS}} y violentos de la Naturaleza -lluvias torrenciales, tor­ mentas 0 tempestades-.

El grupo de la mujer «natura}" destaca como contraste y respuesta posi­ tiva a los grupos de la mujer «social» y la «victima}} 2. Frente a la victi­ rna ~debil y paras ita ria- la mujer natural demuestra un caracter fuerte y activo, lleno de vitalidad creadora. Comparada con la mujer social, que en la mayoria de los casos representa el polo negativo de la sociedad espa­ nola decimononica -la hipocresia, 10 artificial de los valores muertos y de las tradieiones cansadas, la frivolidad y la inmoralidad- la mujer natu­ ral encarna valores mas positivos. Ella mantiene la seriedad de sentimien­ tos, la autenticidad de espiritu, una personalidad energica, y un corazon lleno de bondad y de «simpatia», segun predicaba el fil6sofo dieciochesco, Jean Jacques Rousseau.

La influencia de Jean Jacques Rousseau en Espana, y especialmente so­ bre Perez Galdos, ha sido escasamente estudiada J. Perez Galdos, a traves de toda su obra literaria, se muestra gran admirador del filosofo ginebrino. Su biblioteca con tenia las obras completas de Rousseau, en la edicion de Paris, 18644 En tooos sus libros se puedenhallar resonancias de Rousseau: citas de sus obras, elogios verbales del ginebrino por parte de Perez Galdos y sus personajes (E.N. I, p. 130), aplicacion de los conceptos de «10 natural» como autentico, frente a «10 social» como artificioso y corrompido (ej., la mujer «natural» y la pareja «natural» en las noveIas y los dramas de Perez Gald6s).

La influencia de Jean Jacques Rousseau sabre Perez Galdos se podria dividir en dos etapas ideologicas diferentes5 La primera etapa, la de Galdos paladin de ideas «liberales» (1873·1896), se caracteriza por la aplicacion

de las ideas de Rousseau a la sociedad espaiiola decimon6nica, la cual, segun Perez Galdos, todavia puede funcionar sin cambios radicales -Ia so­ ciedad regenerada por ideas y valores positivos-. En esta etapa, Galdos emula, junto con el krausismo, Jas ideas educativas de Rousseau (Emile) y los val ores «autenticos» de la pareja (maturah.

Unos ejemplos de esta tendencia son las diversas mujeres 0 parejas «na­ turales)} que se encuentran en la obra de Perez Gald6s (a las cuales analiza­ re en las secciones pr6ximas de este ensayo), y la figura de Benigno Corde· ro (2. a serie de los Episodios nacionales), quien cria a su hijo, que se llama Juanito Jacobo, « ... en memoria de cierto filosofo que no es necesario nom­ bran,!.

Entre 1878 y 1890 cinco novelas importantes galdosianas elogian las «vir­ tudes» de la rnujer natural (La familia de Leon Roeh: Pepa Fucar; Ei amigo Manso: Lica; La prohibido: Camila; Fortunata y Jacinta: Fortunata; y £1 abuelo:

Dolly). Aunque algunas de estas mujeres (Fortunata) ya estan al margen de la sociedad, todas todavia pueden vivir dentro de esta sociedad como ciudadanas.

Pero a partir de 1898 (fecha del Desastre y a la vez del principio de Ja tercera serie de los Episodios nacionales de Perez Gald6s), las ideas gal do­ sianas sobre la sociedad espanola cambian radicalrnente. La busqueda de valores positivos dentro de la Espana abulica y ultrajada pasa por el filtro galdosiano de la rnelancolia y del desengano, y Perez Galdos, examinando las ideas de Rousseau, Schopenhauer, Nietzsche y Costa (3. a serie de los Episodios nacionales), junto can la «generacion del 98» pi de regeneracion vigorosa y europeizacion. Pero, a1 no hallar muchos val ores positivos den­ tro de la sociedad espanola, Perez Gald6s se de clara republicano y revolu­ cionario (4. a y 5. a serie de Jos Episodios nacionales, e1 teatro y sus ultimas novelas). Y la mujer «natural», hasta ahora dentro de la sodedad, se con· vierte en {(salvaje-noble inadaptada), fuera de la sociedad; 0 emigrando a Europa (Teresa Villaescusa can Santiago Ibero) a refugiandose de la socie­ dad en un {(salvajismo), anarquico y fuera de las Jeyes sociales (Teresa y Santiago, Virginia Socobio y Leoncio Ansurez, lito Livio y Casiana). Ha llegado la hora de crear una Sociedad Nueva, destruyendo los valores abu­ licos y negativos de la Antigua. Esta busqueda y {(construcci6n» literaria las encontramos en las ultimas novelas de Perez Galdos y a traves de su polemica obra teatral.

Volviendo al analisis de la mujer natural, 10 que da aun mas unidad a este grupo femenino galdosiano es su sinceridad, 10 que Peter G. Earle ha designado su «aspirar a la naturalidad" 7. La mujer natural se niega a vi­ vir farsas estudiadas, y se mantiene fiel a su cankter intrinseco.

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6 Benito Perez Galdos, Los apost61icos, pdg. 567.

7 Peter G. Earle, «Torque­ mada: Hombre masa», Ana­ les galdosianos, /l (1967h pdg. 46; en la frase citada, el Pro­ fesor EarZe se esta refiriendo a Fortunata.


Perez Galdos, O.c., N. II, Fortunata y Jacinta, pag. 264.

9 Muchas mu;eres natura­ les son a la vez victimas de los hombres donjuanescos (Antofiita la Cordonera y Barberina-Pepe Fajardo; Pepa FUror-Federico Cimarra; Lica­ Jose Maria Manso; Cami/a­ Jose Maria Bueno; Lucila Ansurez-Baltasar Gracian).

E1 amor para la mujer natural es la razon de su existencia y lo que justi­ fica muchas de sus acdones. Este arnor puede ser de matices diferentes: el amOT filial (Dolly.El abuelo); el amor carino (Lica-El amigo Manso, Maria­ nela, Dulcenombre.Angel Guerra, Demetria-3, a serie de los Episodios nacio­ nales; el amor maternal (Dona Xaviera-El amigo Manso) Fortunata, Pepa Fucar, Virginia Socobio-4. a serie de los Episodios nacionales; Camila-Lo pro­ hibido, Lucila-4. a serie de los Episodios nacionales); el amor-pasi6n (Antonita la Cordofiera-4. a serie de los Episodios nacionales, Pepa Fucar, Andrea-3. a serie de los Episodios nacionales, Lucila, Virginia Socobio, Teresa VilIaescusa4. a serie de los Episodios nacionales, Casiana-S. a serie de los Episodios nacio­ nales, Fortunata, La Carniola-El Doctor Centeno); y el amor-instinto (Fortu­ nata, Camila, Barberina) que pide reproduccion.

Muchas de las mujeres naturales viven en constante busqueda del aror y de su «dueno natural), por quien de sean ser subyugadas. La pasion amo­ rosa correspondida cuyo objeto es un hombre digno de ser amado -«el due­ no natural»- actua como una fuerza que ordena y equilibra el caracter a veces desequilibrado de la rnujer naturaL

En Constantino Miquis que es ({feo, torpe, grosero, puerco y holgazan)" encuentra la desenfrenada Camila a su «duefio naturah, sugiriendonos Gal­ dos acerca de esta union, que {{la Naturaleza permite sin dudas, que dos energias negativas se amparen y beneficien mutuamente"s.

En cambio el arnor sentido par un hombre que no puede ser el {{dueiio natural», es contra la Naturaleza y sus leyes, actuando este arnOT como una fuerla desordenadora y destructiva que a veces trae tragicas canse­ cuendas. En el caso de Fortunata, el arnoT-pasion es una fuerza fatal mas bien destructiva, porque ni Juanito Santa Cruz, a quien ella ama verdade­ ramente, ni Maximiliano Rubin, la triste figura de su «marido,>, pueden ser su «dueilO natura]>" No 10 puede ser Maxi por la gran disparidad fisica y mental que hay entre los dos, fenomeno del cual se da cuenta muy bien el alucinado-cIarividente Rubin. Tampoco Juanito Santa Cruz puede ser su «duefio natural», ni es hombre digno de su arnor. Frente a la constancia, dinamismo y profundidad de Fortunata, el abulico Santa Cruz representa 10 debil, 10 pasivo, 10 inconstante y la falta de profundidad. Frente a la bondad y amoralidad de Fortunata, Juanito choca con su «moralidad so· cia!», 0 mejor dicho, inmoralidad 9.

Diferente, pefO no menos triste, es la situacion en que se encuentra Pepa Fucar. Reconoce ella a su «duefio natural» en la figura del krausista Leon Roch, solo para perderlo despues a 1a sociedad, contra cuyas leyes Leon se rebela teoricamente, anhelando ser hombre {{natural». Pero 1a rebeldia de Leon nunca se lleva a la pnktica, por ser el demasiado apegado a las fafmas de la sociedad (Pepa es roujer de otTO y su union con Leon, segun