El Emilio y la educación física escolar |
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http://www.efdeportes.com/
Revista Digital - Buenos Aires - Año 9 - N° 65 - Octubre de 2003 |
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1. Análisis de la obra
"El
Emilio" es una de las obras literarias más importantes y
destacadas de Jean-Jacques Rousseau cargada de un gran contenido pedagógico,
criticada y a la vez ensalzada tras su publicación en la segunda mitad del
siglo XVIII. Su aceptación social y educativa ha hecho que hoy sea uno de los
puntos de referencia de las diferentes materias en muchos de los sistemas
educativos actuales en el tratamiento pedagógico de la enseñanza que se imparte
en los centros escolares.
El Emilio
es una obra reaccionaria a la educación formal e instrumental de la época en la
que el autor propone una serie de pautas y principios educativos que parten
muchas veces de la propia intuición personal ante la opresión y degeneración
con que la sociedad somete a los individuos en su compleja evolución y
transformación. Ante ello el autor propone un modelo de educación para el niño
desde la propia naturaleza desarrollado en cinco libros de acuerdo a las etapas
de desarrollo infantil con el fin de formar un individuo libre y autónomo capaz
de poder valerse por sí mismo posteriormente en su entorno social.
La idea de
"naturaleza" se fundamenta en que todo lo que proviene de ella es
bondadoso, así como el propio individuo: el hombre es bueno por naturaleza,
es la sociedad quien lo pervierte (Rousseau, 1973: 204). El cauce natural
de las cosas es lo que debe guiar el desarrollo del hombre desde su nacimiento
hasta su vida adulta conduciendo al niño a partir de sus impulsos naturales y
espontáneos que la experiencia cotidiana le va proporcionando, ya que todo lo
que proviene de la naturaleza y de su experiencia natural es bueno para él.
Así, el
autor desarrolla un escenario ideal ubicado en el campo, en la vida natural y
al aire libre caracterizados por la sencillez y la multiplicidad de elementos
estimulantes donde introduce un niño imaginario de clase social alta que
Rousseau propone y "diseña" intencionadamente sin ningún tipo de
problema físico y mental.
En primera
parte de la obra (Libro I) el autor desarrolla un modelo de educación para el
niño hasta los 5 años fundamentada en las sensaciones y en la experiencia no
coercitiva con el entorno, es decir, sin trabas ni límites que partan de las
voluntades sociales de los adultos (los hábitos) ni del proteccionismo paterno,
sin que el niño llegue a tener el control de las decisiones (caprichos).
Posteriormente
(Libro II) y hasta los 12 años el autor hace especial hincapié en la educación
integral del niño a través de los sentidos (oído, gusto, olfato,...), de las
habilidades motrices, del lenguaje y del miedo siguiendo una modelo claramente
negativo, es decir, guiando al niño hasta el conocimiento de tal forma que no
llegue a adquirir vicios o errores y sin desvelarle la verdad. Rousseau
proporciona experiencias (naturales) a su Emilio mediante el control del
ambiente en el que están, sin ordenar y sin obligar, permitiendo que realice
las cosas sin que parezca que es de forma intencionada. En este momento la
educación física y los juegos serán los ejes de la educación del niño
proporcionándole experiencias necesarias para un posterior desarrollo de su
inteligencia en un entorno de libertad y diversión. Es importante destacar
también en este proceso que el niño no es un adulto en pequeño y por tanto se
deben respetar las características de la infancia (huir de los razonamientos,
del aprendizaje abstracto y memorístico,...).
Una vez
adquiridos ciertos aprendizajes y hasta los 15 años (Libro III) el autor
pretende despertar la curiosidad de Emilio hacia conocimientos más complejos e
intelectuales (astronomía, física, oficios,...) a partir de preguntas que debe
responder y de experiencias empíricas y útiles para él que ejemplifiquen la
abstracción del conocimiento teórico. Rousseau también señala como importante
no solo contrastar en la experiencia aquello que va adquiriendo sino también
reflexionar sobre ello en base a sus propios juicios.
Ya en la
adolescencia (Libro IV) la educación se va a caracterizar por una educación en
valores en torno a la bondad del corazón humano (la amistad, la piedad,...)
partiendo de la experiencia o de historias cuando ésta fuese engañosa. También
se alude a la educación sexual debido a la necesidad de una compañera
orientándole para que encuentre la mujer que más le convenga, no la mujer
perfecta.
En el
último capítulo (Libro V) se hace un análisis de la educación de la mujer
orientada hacia su papel de madre y de esposa en el hogar, recatada, fiel y
honesta. Sofía y Emilio se conocen y se ilusionan con el matrimonio, pero antes
Rousseau le propone un viaje por Europa en el que le instruirá a cerca de los
gobiernos y de los pueblos que existen. En su regreso Emilio y Sofía se casan,
tienen un hijo y su preceptor responsabiliza a Emilio de su educación, completando
el ciclo formativo de su alumno.
2. El Renacimiento en el Siglo XVIII.
El siglo
XVIII es el periodo histórico en el que Jean Jacques Rousseau desarrolla su
obra. En este momento histórico y tras la consagración del Renacimiento en
Europa surge un movimiento cultural del que bebe la sociedad en general y el
autor en particular. Estamos hablando de la Ilustración caracterizada por el
análisis y revisión del mundo y del hombre en todos los ámbitos mediante el uso
de la razón y el apoyo en la experiencia empírica.
Este
movimiento cultural se desarrolla como he dicho anteriormente a partir de las
transformaciones ideológicas renacentistas potenciadas por las revoluciones
políticas y económicas que se produjeron en Inglaterra en los siglos XVII y XVIII
y que después se extiende a Francia, Alemania, Italia, España y Portugal
(Pérez-Vergara, 2003).
2.1. Contexto político y social
La sociedad
de la época se caracteriza por estar bajo la dirección y el acatamiento de los
poderes institucionales estrechamente ligados como son la nobleza, apoyada a su
vez por el poder militar, y el clero, apoyado por su poder espiritual, en
cierta manera subordinada a la nobleza. También hay artesanos, campesinos,
siervos y una nueva clase social intelectual: la burguesía, que comienza a
cuestionar ambas instituciones de tal forma que se pone en entredicho el poder
feudal de la nobleza en la sociedad y los dogmas religiosos mediante el uso de
la razón y su contraste con los nuevos descubrimientos científicos que hacen que
esta nueva clase social cobre cada vez más importancia en la estructura social,
potenciado este hecho también por la corrupción innegable tanto del clero como
de la nobleza.
En el
terreno político consecuentemente existirá una separación de poderes que
originará posteriormente el parlamentismo (despotismo ilustrado).
Las
tendencias ilustradas más avanzadas se vincularán con la idea de lo natural en
el acontecer de todas las cosas y en la consideración de una naturaleza humana
perfecta cuyo fin último debe ser la felicidad terrenal. El resultado
epistemológico conducirá al desarrollo de teorías republicanas,
anticolonialistas y presocialistas (Contreras, 2003; Pérez-Vergara, 2003).
2.2. Contexto económico
El poder
económico está en manos de la iglesia como consecuencia de las limosnas
recibidas, diezmos y de la producción agrícola de sus tierras; de la nobleza
debido a los ingresos generados con sus impuestos y a las percepciones
recibidas por la explotación agrícola de sus tierras; y de la burguesía debido
a las ganancias obtenidas en su actividad comerciante. En este momento también
comienza a desarrollarse la producción capitalista industrial que somete al
individuo a este poder económico que hace que se desarrolle el sector del
metal, militar y el tráfico de esclavos (Vilodre, 1997; Contreras, 2003;
Pérez-Vergara, 2003).
2.3. Contexto cultural y educativo
Las
corrientes empíricas y materialistas desplazan a las corrientes metafísicas y
se critican las religiones positivas apareciendo los primeros indicadores del
ateísmo. Así mismo se le otorga una gran importancia al estudio de la
naturaleza y sus leyes generando importantes avances científicos y
revolucionarios en el campo de las ciencias naturales, biológicas, física,
química y matemáticas, lo cual también hace que la educación en este siglo se
considere una herramienta fundamental para la formación del individuo adulto en
la que imperará el conocimiento teórico sobre el conocimiento procedimental. La
importancia que se le da a la educación en este momento se debe a la evolución
e influencia del pensamiento humanista en el campo pedagógico, el cual
considera al ser humano, es decir, al niño como centro de la enseñanza dentro
del proceso de enseñanza-aprendizaje en el que la formación del individuo
partirá de los propios valores del sujeto y de sus propias potencialidades como
elementos indiscutibles para el desarrollo de su personalidad (García, 2001;
Zagalaz, 2001a; Chinchilla y Zagalaz, 2002; Contreras, 2003; Pérez-Vergara,
2003).
Por otro
lado y según señala S. Vilodre (2003) el culto a la razón trae como
consecuencia el perfeccionamiento de la técnica y la práctica de observar la
naturaleza que además implica una nueva forma de entender el cuerpo, esta
vez desde el interés y preocupación hacia la salud y la cultura corporal en
general mediante la práctica de actividad física y el cuidado de la
alimentación, el vestido, los hábitos y las costumbres.
3. El ideal pedagógico de Rousseau
A pesar de
que Rousseau tiene una gran influencia del pensamiento ilustrado de la época,
el autor no apoya el racionalismo hacia el que estaba dirigiéndose la sociedad
de la época y considera que la civilización emergente atenta contra la bondad
del ser humano hasta corromperla. Por lo tanto sus ideas se desarrollan hacia
un contexto natural en donde el hombre debe regresar para despojarse de la
maldad social. En este sentido, C. Cornejo (1999b) y S. Vilodre (1997, 2003)
entre otros autores destacan un hecho importante en la concepción filosófica y
moral de Rousseau que guiará toda su obra, y es que frente a los valores
ilustrados del racionalismo, la reflexión constante, el dominio, la complejidad
y la objetividad, propone valores subjetivos del naturalismo, como la
espontaneidad intuitiva, la libertad, la sencillez y la subjetividad. Bajo este
contexto el ideal rusoniano se fundamenta en que:
a.
La
sociedad pervierte al hombre transformando su bondad natural en maldad.
b.
Los
instintos y las emociones serán el motor psicológico en la vida del individuo.
c.
El
desarrollo del humano discurre por una serie de etapas que transcurren desde la
infancia, pasando par la adolescencia, la primera juventud hasta llegar al
hombre adulto en sociedad en donde cada etapa tiene una serie de
características propias que se deben potenciar.
Por otro
lado, el autor defiende un tipo de educación del niño no impositiva, es decir
creativa en cierta manera a partir de la propia experiencia y curiosidad del
sujeto considerado no como un hombre en pequeño, sino como un individuo con
unas características propias de una edad determinada. Si bien ese rechazo de la
racionalidad se produce en su concepción ilustrada, no en cuanto a la razón en
sí ya que la considera como el bien más preciado del ser humano, potencialmente
desarrollable y necesariamente en consonancia con la naturalidad cotidiana
(Vilodre, 1997, 2003; García, 2001). En este sentido las máximas educativas de
Rousseau serán enseñar por el interés natural del niño y nunca por el
esfuerzo artificial y la educación activa que nos permita aprender
por nosotros mismos con el uso de la razón, del ingenio, innovando e
interrelacionando nuestras ideas.
4. Análisis bibliográfico en torno a El
Emilio
El análisis
documental en torno a la obra literaria de Jean Jacques Rousseau resultaría
demasiado extenso si tenemos en cuenta sus innumerables aportaciones en campos
tan diversos como la filosofía, la política, la sociología o la pedagogía entre
otros. Por ello nos centraremos únicamente en su aportación más directa a la educación
escolar y sobre todo en lo que se refiere a la Educación Física a partir del
análisis de su obra más representativa en este sentido titulada "el
Emilio o de la educación".
Dentro de
los diferentes contenidos que son tratados por el autor en este libro y que han
sido analizados y profundizados posteriormente por diferentes autores
estableceremos un esquema de trabajo en función de la temática tratada en los
que incluiremos algunos de estos trabajos.
4.1. Educación de los sentidos
Según C.
Cornejo (1999a) Rousseau considera que la educación sensorial es necesaria
no sólo para que el niño tenga una educación completa sino también para que
ésta, realizada de manera convenientemente ordenada en su plan pedagógico,
mejore sus posibilidades educativas en el futuro. Reafirmándose en esta
idea el autor señala que el propio Rousseau argumenta tres motivos por los que
un recién nacido debe recibir una educación de sus sentidos. El primero de
ellos hace referencia a que el niño tiene la misma capacidad que el adulto para
recibir estímulos del entorno a través de sus órganos sensoriales, sin embargo
al carecer de experiencias previas éstas deben ser potenciadas no sólo para
utilizarlos sino también para sacarles el mayor rendimiento.
El segundo
de ellos se refiere a que una educación sensorial temprana es la base para una
educación posterior, de tal forma que cuanto mejor acontezca esta estimulación
en la infancia mayores serán sus posibilidades tanto a nivel físico como
intelectual gracias al dominio del medio que esta educación le proporciona.
El tercer y
último motivo está relacionado con el carácter cognitivo del aprendizaje de tal
forma que la educación sensorial nos va a permitir conocer y aprender todo
aquello que nos rodea, nuestra propia corporeidad y su relación entre ambos,
así como ayudarle a discernir su propia corporeidad del mundo exterior
en el contexto más apropiado para ello, la naturaleza. Todo ello quizás podría
tener cierta relación con el estudio psicomotricista en la educación del niño
(tanto en el desarrollo de las capacidades perceptivo-motrices, cognitivas y
del esquema corporal) desarrollado posteriormente en Francia desde la
perspectiva psicomotricista de Le Boulch o Lapierre entre otros (Vázquez, 1989;
Zagalaz, 2001b).
"Nacemos
sensibles y, desde nuestro nacimiento, somos afectados de diversas maneras por
los objetos que nos rodean>1 "
Matizando
un poco más el carácter pedagógico en la educación en términos generales y en
la educación sensorial en particular D. Kornegay (2003) destaca la necesidad de
que sean los padres quienes se responsabilicen de la educación de sus hijos,
destacando la figura paterna como el principal responsable de ello:
"Tan
pronto como nazca apoderaos de él, y ya no le soltéis hasta que sea hombre: sin
eso no triunfaréis nunca. Igual que la verdadera nodriza es la madre, el
verdadero preceptor es el padre. Que se pongan de acuerdo en el orden de sus
funciones así como en su sistema; que de las manos de la una pase el niño a las
del otro. Será mejor educado por un padre juicioso y limitado que por el
maestro más hábil del mundo2 "
4.2. La Actividad Física y el Ejercicio Físico como hechos educativos
Hablar de
actividad física y ejercicio físico como hechos educativos es hablar de
Educación Física como disciplina dentro de un sistema educativo. La noción de
Educación Física como hoy la concebimos ya fue desarrollada por Rousseau como
señala C. Cornejo (1999a) al afirmar que los ejercicios corporales, juegos y
deportes constituyeron un pilar básico dentro de su teoría educativa siendo
unos elementos fundamentales en esta concepción con la que se pretendía
desarrollar todas las potencialidades humanas. Es decir, a través de la
Educación Física lo que se pretende es un desarrollo integral de la persona
que también atiende a la formación moral. En este sentido Grimsley (1993:
71) destaca la importancia de la formación moral en la educación del niño
apartándole de los valores impuestos desde fuera del individuo y guiándole en
principios que tienen su origen en su propia naturaleza.
El propio
C. Cornejo (1999a, 1999b) y otros autores como Vilodre (1997, 2003) señalan esa
necesidad de una educación corporal concebida como una educación integral del
sujeto, la cual no puede entenderse si no es a través del movimiento y del
ejercicio físico que deben estar presentes durante todo el desarrollo del
sujeto3 . Por tanto, es necesario destacar el principio de actividad
como principio educativo en el niño.
También
encontramos otros autores como D. Kornegay (2003) quien nos remite a varios
pasajes del texto para resaltar la importancia que tiene para Emilio la
enseñanza práctica de las cosas o de aquellos contenidos que por su naturaleza
especulativa o teórica son de difícil entendimiento para el niño. Por tanto, la
actividad física vuelve a jugar un papel decisivo en la formación del educando
no sólo como herramienta para su desarrollo físico o psicológico, sino para
llegar a comprender la naturaleza de las ciencias biológicas, naturales, físico-químicas
o matemáticas que se instruyen por medio de representaciones teóricas de los
conceptos.
Otros
estudios como el de S. Smith-B (1989) han analizado la relación entre juego y
deporte existente en El Emilio discutiendo sobre la naturaleza deportiva
o no de sus propuestas y cómo este juego se ha ido transformando con el
transcurso del tiempo en deporte.
4.3. Salud, higiene y cuidados del cuerpo
Otro de los
contenidos relacionados con la concepción russoniana entorno a la Educación Física
es el cuidado que debe ser dispensado en el niño en cuanto a su salud, higiene
y cuidado corporal, que a pesar de no ser definidos por el propio Rousseau en
su Emilio, sí que alude directamente a ellos en diferentes pasajes, de forma
reaccionaria ante el saber médico tradicional y defendiendo todos aquellos
cuidados que provengan de la naturaleza.
En este
sentido hay estudios que analizan los principios y directrices que el autor
propone en el texto en cuanto al cuidado del niño. Así C. Cornejo (1999a,
1999b) en cuanto a la salud interpreta que Rousseau propone un modelo cuyo
objetivo no es alargar la vida, sino mejorar sus condiciones o lo que hoy se
entiende como mejora de la calidad de vida a partir del bienestar físico,
psíquico y social que reconoce la Organización Mundial de la Salud (Okun y
Stock, 1987; Meléndez, 2000). Esta idea de salud Rousseau la lleva al terreno
educativo de tal forma que el sistema educativo propuesto por el autor tiene
por objeto conseguir un individuo bien formado tanto física, psíquica y
moralmente capaz de resistir con valentía los acontecimientos inesperados y
dolorosos de la vida lo cual se consigue con el endurecimiento corporal a
través de la exposición del niño a todo tipo de agentes adversos y de nuevo a
partir de ejercicios físicos que favorezcan la mejora de sus facultades para la
vida adulta, ya que éstos son lo útiles más indicados para conseguir ese estado
saludable. C. Cornejo (1999a) nos dice que hasta el propio Rousseau no explica
con más detenimiento la relación del ejercicio físico con la salud por ser algo
básico y elemental:
"no
me detendré para demostrar por extenso la utilidad de los trabajos manuales y
de los ejercicios corporales para reforzar el temperamento y la salud; esto es
una cosa que nadie discute: los ejemplos de vidas más dilatadas se sacan casi
todos de hombres que han realizado el ejercicio más intenso, que han soportado
la mayor fatiga y trabajo4 ".
También
destaca la importancia del aseo diario y la higiene corporal a como hoy en día
la entendemos, así como otros cuidados en torno a la vestimenta, la
alimentación y la hidratación.
Al igual
que en los trabajos anteriores S. Vilodre (1997, 2003) destaca la preocupación
de Rousseau por el cuidado corporal en torno a la alimentación, el vestido y el
fortalecimiento corporal destacando el papel pedagógico del educador en todo
este proceso. Además esta autora también coincide en destacar la importancia
del ejercicio físico para la mejora de la salud entendido como una gimnasia capaz
enriquecer el espíritu, ennoblecer el alma y fortalecer el cuerpo. Por
lo tanto vemos como en esta concepción gimnástica roussoniana manifestada por
los autores anteriormente señalados tiene mucho que ver con un acercamiento
simultáneo a fines éticos, sociales e higiénico-sanitarios que posteriormente
fueron desarrollados por los autores representativos de las escuelas sueca y
alemana Pier Henrich Ling y Guts Muths respectivamente y que junto con la
concepción natural de las prácticas que también se recogen en el método natural
de Hebert y en la escuela austriaca, marcaron las directrices de algunas de las
corrientes y tendencias más importantes probablemente hoy en Educación Física
(Cornejo, 1999a; Zagalaz, 2001; Chinchilla y Zagalaz, 2002).
5. El problema de la educación femenina
Han sido
muy pocos los trabajos que han tratado el hecho educativo y la educación física
en la mujer a partir de la concepción russoniana en su Emilio, sin embargo la
idea que suele extraerse en escritos posteriores a esta obra es el carácter
sumiso e inferior de ésta respecto al hombre. Prueba de ello lo tenemos en un
estudio realizado por C. Cornejo (1999a) sobre El Emilio quien señala
este hecho más que desde la propia fuente, desde el contexto social de la
época.
El problema
de la diferenciación sexista y androcéntrica en la educación que se recogen en
textos como los de Mareñu y Rubio (1992) o García y Asins, (1994) sobre la
educación en igualdad de oportunidades para ambos sexos en el aula de Educación
Física quedan patentes en el Libro V:
"El
uno debe ser activo y fuerte, y el otro pasivo y débil. Es indispensable que el
uno quiera y pueda, y es suficiente con que el otro oponga resistencia.
Establecido este principio, se deduce que la mujer está hecha para agradar al
hombre5 ".
"Bien
dirigida, hasta la sujeción en que se la tiene, lejos de debilitar su cariño,
no hará otra cosa que aumentarlo, porque siendo la dependencia el estado
natural de las mujeres, propenden a la obediencia6 ".
"La
razón que guía al hombre para que conozca sus obligaciones es poco complicada;
la que guía a la mujer para que conozca las suyas, todavía es más sencilla. La
obediencia y la fidelidad que debe a su marido, la ternura y solicitudes que
debe a sus hijos, son tan naturales y notorias consecuencias de su condición,
que sin mala fe no puede negar su consentimiento interior que la guía ni
desconocer su obligación en sus inclinaciones7 ".
Sin embargo
Rousseau probablemente intentase conseguir un tipo de educación diferenciada
para la mujer sin que ello conllevase una situación de desigualdad debido a las
características sociales de la época. Incluso C. Cornejo (1999a) destaca que
este fin educativo conduce a Rousseau a reconocer la igualdad entre hombre y
mujer en todos los aspectos menos en los relacionados con la constitución
física, de ahí que ponga especial atención en el respeto de las
características individuales de cada sexo y diseñe actividades físicas
específicas para la mujer:
"En
lo que se relaciona al sexo, la mujer es igual al hombre: tiene los mismos
órganos y las mismas facultades8 ".
"Cultivar
en la mujer las cualidades del hombre y descuidar las que les son propias, es
trabajar en detrimento suyo9 ".
"no
hagáis a vuestra hija un hombre de bien, que es desmentir a la naturaleza;
hacedla mujer de bien, y de esta forma podréis estar seguras de que será útil
para nosotros y para sí misma10 ".
"¿El
hombre debe hacer de su compañera una sirvienta? ¿Le debe impedir que sienta y
conozca nada con el fin de poderla esclavizar mejor? ¿Hará de ella una
autómata? Sin duda que no, la naturaleza no lo ha dicho así, y si las ha dotado
de una tan agradable y delicada inteligencia, quiere que piensen, juzguen,
amen, conozcan y cultiven su entendimiento como su figura11 ".
"Dad
sin escrúpulo una educación de mujer a las mujeres, procurad que amen las
labores de su sexo12 ".
"es
posible dar a los ademanes un giro agradable, a la voz un acento seductor,
comportarse con espontaneidad, andar con garbo, tomar posturas que tengan
gracia y sacar ventaja de todo13 ".
Profundizando
un poco más en lo dicho anteriormente, el propio autor incluso deja entrever
que ese papel sumiso de la mujer realmente es la estrategia que la naturaleza
dicta para que ella pueda ejercer su rol como sexo fuerte en la sociedad:
"el
más fuerte aparentemente es el dueño, cuando en realidad depende del más débil,
y esto sucede así, no por un frívolo galanteo, sino por una invariable ley de
la naturaleza, que concediendo a la mujer más facilidades para excitar sus
deseos que al hombre para que los satisfaga, le subordina a él, mal de su
agrado a la buena voluntad de ella, y se ve obligado a serle agradable para que
ella consienta en dejarle que sea el más fuerte14 ."
"Lo
que más complace al hombre en su victoria es dudar si la flaqueza es la que
cede a la fuerza o si es la voluntad lo que se rinde, y la común astucia de la
mujer es dejar que subsista esta duda entre él y ella. En esto se corresponde
perfectamente el espíritu de las mujeres a su constitución, pues lejos de
sonrojarse de su debilidad, se jactan de ella15 ."
6. Conclusión
El
Emilio de Rousseau es una de las obras literarias más importantes vinculada
al ámbito educativo y más concretamente a la Educación Física. El autor le
otorga una gran importancia a la educación integral del niño en un entorno
natural y libre en el que la actividad física será una de las herramientas más
importantes a través de la cual podrá acceder al entorno que le rodea a través
de los sentidos, de la exploración y experimentación que le permitirán formarse
como un hombre libre, resistente y sabio ante la sociedad.
La
educación de la mujer es un tema poco tratado por Rousseau en su obra y siempre
se le ha considerado como una educación diferenciada y relegada a un segundo
plano respecto a la de Emilio, si bien algunas tendencias señalan que el papel
sumiso de la mujer solo es un velo tras el que se esconde realmente su
verdadero rol de individuo fuerte y dominante dentro de la sociedad.
Notas
1. Cornejo (1999b). En Rousseau, J.J.
(1985). Emilio. Madrid: Edaf, (pág. 38).
2. Kornegay (2003). En Rousseau, J. J.
(1990). Emilio o de la educación. Madrid: Alianza Editorial,
(Libro I, pág. 57).
3.
Cornejo
(1999a). Historia de la Educación Física. La Educación Física en Rousseau, pág.
119.
4.
Cornejo
(1999a). En Rousseau, J.J. (1994). Emilio o de la educación. Prólogo de María
del Carmen Iglesias, traducción de Luis Aguirre Prado. Madrid: Edaf. (pág. 58).
5.
Rousseau,
J.J. (1973). Emilio o de la Educación, pág. 244.
6.
Ibidem,
pág. 250.
7.
Ibidem,
pág.257.
8.
Ibidem,
pág.243.
9.
Ibidem,
pág.248.
10.
Ibidem,
pág.248.
11.
Ibidem,
pág.248.
12.
Ibidem,
pág.252.
13.
Ibidem,
pág.252.
14.
Ibidem,
pág.245.
15.
Ibidem,
pág.245.
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